Hace mucho tiempo, el Briarey, un demonio de varios brazos, se levantó del Tártaro, robó la Vara de la Discordia y la usó para causar miedo y corrupción a través de la Hélade. El pequeño reino de Olimpia se salvó, pero necesita un gobernante que pueda ayudarlo a crecer desde un pequeño asentamiento en una próspera metrópoli. Sólo entonces será posible derrotar a Briarey, recuperar la vara y restaurar la paz.
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